Las vacaciones pueden ser una auténtica montaña rusa de emociones. Tras el periodo de preparación, los días de relax sin un horario obligatorio, la vuelta al trabajo y el rigor de un horario estricto pueden resultar frustrantes y desalentadores. La tristeza posterior a las vacaciones es algo que mucha gente experimenta, pero es normal y temporal. También existen estrategias para hacer que la transición sea más fluida y que sea más fácil superar la tristeza posterior a las vacaciones.
¿Qué es la depresión posvacacional, cómo se manifiesta y por qué ocurre?
La depresión posvacacional es específica de enero, pero puede ocurrir después de cualquier otro feriado, independientemente de la época del año, con los mismos síntomas. Más de la mitad de la población se ve afectada y los factores responsables de su aparición están relacionados con el estrés financiero, emocional y físico que persiste durante la Navidad y el Año Nuevo, las vacaciones o cualquier otro período no vinculado al trabajo u otras obligaciones estrictas. . Actividad.
Los síntomas son similares a los de cualquier otro episodio depresivo: ansiedad, insomnio, falta de energía y motivación, irritabilidad y dificultad para concentrarse. A diferencia de la depresión crónica, este estado incómodo es temporal.
Hay muchas razones, que van desde la fisiología hasta el clima (típico invierno). La preparación para las vacaciones, los momentos de relajación y la posterior vuelta a la vida cotidiana pueden crear una auténtica tormenta de emociones en el cerebro. En definitiva, experimentamos una fuerte falta de emociones positivas. Las bajas temperaturas, la falta de luz natural, las condiciones climáticas desfavorables e incómodas (frío, nieve), así como una dieta navideña rica en azúcares y proteínas, también pueden contribuir a un estado depresivo posvacacional.
Cómo volver al ritmo
Todos somos diferentes, por lo que las soluciones que funcionan para algunos pueden resultar innecesarias o demasiado duras para otros. La mejor estrategia es ser amable contigo mismo, comprenderte a ti mismo y volver a sintonizarte con los ritmos positivos de tu estilo. También hay cosas que puede hacer intencionalmente para ayudar con la recuperación y reducir los sentimientos de apatía, fatiga y tristeza.
Actividades domésticas
Las tareas domésticas rutinarias: ordenar, lavar la ropa y preparar platos o postres son elementos positivos para levantar la moral. Además, una casa ordenada puede hacer que las personas se sientan cómodas, del mismo modo que un espacio desordenado puede hacer que las personas se sientan estresadas y cansadas.
Un ambiente hogareño agradable crea atmósfera y energía, ayuda a organizar el trabajo más fácilmente y ayuda a reintegrarse a la rutina diaria de la jornada laboral.
Date un período de adaptación
Esto debe comenzar en casa y continuar el primer día de trabajo. Simplemente levantarse temprano y acostarse a la hora adecuada el último día de sus vacaciones puede ser un gran paso. Reserva una o dos horas para revisar y ordenar tus correos electrónicos del trabajo para no sentirte abrumado en tu primer día de trabajo.
Organiza tu agenda personal y establece algunas metas que puedas alcanzar fácilmente durante tu primera semana en el trabajo. La organización y la planificación facilitan el trabajo.
trae felicidad a ti mismo
Programe tiempo para relajarse que realmente pueda disfrutar después del trabajo. Puede ser una reunión con amigos, una película en el cine, una función de teatro o simplemente darse un regalo: un libro, un producto de cuidado, algo para ponerse al trabajo.
Pasar una velada en familia viendo una serie de comedia o una película desenfadada puede ser un gran estímulo y una forma de reconectar.
dieta
Después de un período más allá de los límites de una dieta equilibrada, una dieta equilibrada también puede hacer maravillas para el cuerpo, pero sobre todo para la mente. Los productos lácteos bajos en grasa, las frutas y las verduras, especialmente en las categorías que ve, son opciones ideales. La combinación de calcio y magnesio, junto con las vitaminas C y B, son fundamentales para el equilibrio de las células nerviosas. Añade pavo y queso a tu dieta. Contienen triptófano, que reduce los efectos de los desequilibrios químicos neuronales que sustentan la depresión y la ansiedad.
Evite el azúcar y el alcohol, y beba mucha agua y té verde, así como zumos de frutas y verduras.
dormir y hacer ejercicio
El sueño es fundamental para aliviar y tratar los periodos de ansiedad y depresión. Lo ideal es acostarse temprano, idealmente a las 22:00 horas. Deja de mirar televisión y otros dispositivos electrónicos antes de acostarte, mantén tu dormitorio a una temperatura agradable (unos 19 grados centígrados) y opta por leer algunas páginas.
El ejercicio al aire libre es crucial. Las investigaciones muestran que durante la estación fría, pasamos más del 90% de nuestro tiempo en interiores usando luz artificial. Pasar de 30 a 60 minutos al día al aire libre puede restaurar su entusiasmo por la vida, mejorar su estado mental y reequilibrarlo emocionalmente.
¿Cómo te movilizas en el trabajo?
Es normal que los primeros días de trabajo después de las vacaciones sean desagradables. En mayor o menor medida todos tus compañeros y colaboradores sienten lo mismo. Algunos métodos de rehabilitación también son útiles para quienes trabajan físicamente, en trabajarpero también a quienes trabajan de forma remota.
Hacer un plan
Los propósitos de Año Nuevo no son sólo por diversión. Realizadas con cuidado y objetividad, pueden ser una forma de redescubrir la emoción y la satisfacción que te aporta tu trabajo. Un enfoque inspirado puede ser la revisión de los éxitos recientes, los momentos en los que su esfuerzo fue elogiado y apreciado.
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Los elogios y el aprecio de los líderes son beneficiosos, necesarios y motivadores, y sirven para mantener a las personas comprometidas y motivadas, más aún cuando se sienten los efectos de la depresión navideña.
Establecer un horario
Es cierto que hacer un horario está al alcance de cualquiera, pero lo que importa es la voluntad de cumplirlo. Si es más fácil para quienes trabajan en colectivo, porque el ambiente laboral moviliza, en el caso de quienes trabajan a distancia es más difícil, dado que la vida familiar y personal interfiere con la actividad profesional. El rigor de un programa es tanto más necesario para estos últimos.
Una rutina y un plan de actividades diarias, pero también de objetivos a marcar, pueden ayudar. Elimina todas las distracciones, pero date descansos y recuerda que los deberes no deben ocupar más de ocho horas al día.
Mantenga las cosas bajo control
El detalle más importante es mantener bajo control todos los aspectos relacionados con la profesión, porque de esta forma se reduce el estrés. Sentirse en control es la mejor manera de combatir la falta de motivación en el trabajo. A su vez, las presiones sociales y financieras, las altas expectativas y las múltiples obligaciones son fuentes habituales de estrés a principios de año.
Algunos pequeños gestos son útiles y motivadores:
- Comience con las cosas más fáciles;
- Abandona la planificación multitarea, toma cada tarea a la vez y no pases a otra hasta que la hayas completado; mejor menos y bueno que mucho e insatisfactorio.
- No postergues nada que hayas comenzado.
- Establezca objetivos realistas para la satisfacción de realizar el trabajo.
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Qué no hacer
La vuelta al trabajo después de las vacaciones en general, y especialmente durante el periodo navideño, puede resultar difícil para todos. Sin embargo, existen diferencias entre las personas, por lo que se recomienda no compararse con quienes le rodean. Algunos se adaptan más rápido, a otros les cuesta más y hay una categoría (pequeña) en la que la tristeza post-vacaciones no existe.
No establezcas tus estándares personales demasiado altos, no lleves tus propósitos de Año Nuevo demasiado lejos y no hagas todo lo que no has podido hacer en los últimos años. Sea objetivo y racional al establecer metas, especialmente porque los planes que hizo estaban vinculados a metas que no logró alcanzar, lo que puede resultar frustrante en sí mismo.
El período posterior a las vacaciones no es propicio para tomar grandes decisiones, pero es un buen momento para probar nuevos enfoques. Así que no te lo des. Renuncia, pero puedes buscar otro trabajo, no pidas un aumento, pero puedes empezar cursos de actualización.